Un libro debe ser el hacha que quiebre
el mar helado dentro de nosotros”
Franz Kafka
LOS MÉTODOS CONDENSAN EL MAR HELADO DENTRO DE NOSOTROS
Partiendo de las subjetividades, del yo, evadirse de la realidad y de cada persona entonces se puede creer que cada libro rompe paradigmas, quebrando esas capas de hielo de desamor, la falta de locura en la que se pude vagar y disfrazarse el alma, sedienta de aventura, muchas veces capturada por los métodos y la fea tradición del producto curricular.
Si se trataran a fondo las capas de hielo del mar helado dentro de nosotros una primera capa de hielo se da con la castración de: la imaginación, las sensaciones, los sentimientos, la creatividad, con que tenemos un encuentro cercano por la literatura, sin embargo, lo cotidiano está estereotipando de alguna manera para que estemos confundidos con la “realidad” por tanto, nuestras realidades deberían tener fundamento en los libros; de encontrarse con lecturas que pueden incrementar las capacidades y hasta motivar lo que se vive en la cotidianidad. La fantasía pasa por diversas mutaciones hasta que le damos lugar y que mejor que abriendo un libro es como la puerta a diferentes escenarios por los que no hay restricciones ejerciendo las dinámicas como lector.
Otra capa de hielo es el papel formativo, pues cortada la imaginación, la cual viene a ser el filo del hacha, siendo la parte cortante y tajante, de manera que el escritor y el lector combinan sus talentos de imaginación para dar al texto un sentido propio cada vez que es leído, es como la condensación de poderes dando superhéroes, escaseados en la sociedad helada. La tendencia a creer que los libros obran de la misma manera es porque se lee sin imaginación queriendo sacar un producto de la lectura y en donde se hace mutar la fantasía, engrosando el mar helado dentro de nosotros. Se desconoce por el método la necesidad de tener experiencias por la lectura, a vivir intercambios de pensamiento a arraigar convicciones pero a des-convencerse de las creencias erróneas, sin duda la cotidianidad cargada de recetas metódicas crea en nuestra alma las capas de hielo que nos inundan, pero es nuestra decisión separarnos o mantenernos como corderitos. No vale la pena pasar tiempo desperdiciado sin saber que tanto cada lectura puede transformar a cada ser humano.
Somos implacables con nuestro mar de hielo cuando no pasa la lectura por nosotros sino pasamos por los libros sin pena, ni gloria debido a que la arrogancia y el orgullo impiden que el escritor sea tratado como es debido, con atenta escucha, cuando estamos predispuestos y se pretende saber de todo, es otra de las mutaciones a la imaginación y se pierde la calidad de las palabras en el sinsentido de la razón.
Desde luego, los maestros con la literatura tenemos una gran misión en la vida y es mantener viva la biblioteca a pesar del consumismo, de las pedagogías que mitifican el no con los pobres métodos con los que se busca dominar. No seriamos los redentores de la educación de humanidades pero las humanidades como herramienta vaya que nos abre caminos…
Las pedagogías progresistas no reparten por igual el conocimiento pero todos si vamos a enfrentarnos al consumismo, además el saber dice de nosotros por la manera como nos vemos y nos comportamos se trata de saber desde la experiencia que nos hace ser humanísticos como lo indica Jorge Larrosa el que pueda compartir con diferentes personas en diferentes perspectivas y se pueda tener una convivencia, un compartir y una continua experiencia volviendo a las palabras de Larrosa: “la experiencia de la lectura es también el acontecimiento de la pluralidad que no se reduce a un concepto” (1998:29) leer lleva consigo unos componentes a los cuales o nos fijamos como una receta o hacemos que su contenido se desborde para convertirlo en diferentes temas, casos, saberes a la vez es según Larrosa hacer estallar el texto y transgredirlo para la construcción de sentido, con cada texto se puede cambiar la idea que tenemos de mundo si nos alejamos del código y lo dejamos fluir por nuestras vidas, si permitimos y procuramos que fluya por la vida de los niños, será dejarlos aprender a usar el hacha enseñando desde el silencio, desde la premura aquietada sabiendo que enseñar es más difícil que aprender y que sin arrogancia se puede ceder el saber a los estudiantes por sus experiencias propias con los libros, buscando acabarse desde el conocimiento.
Las experiencias con los niños y la literatura en realidad no puede sometérsele a un frío currículo, de hecho todo plan que se haga para ellos y la literatura debe estar muy bien pensado para no fijar límites de los cuales sea un estereotipo por el cual se retira la participación activa y dinámica de los estudiantes, como de espectar las diferentes resignificaciones a los textos. Se pierden diversas oportunidades cuando le damos pocas oportunidades a los niños de sorprenderse ellos mismos dando voz, su voz a los textos.
Leer y escribir no es nada fácil menos lo es llenando moldes, por tanto, lo que se quiera desde la lectura y la escritura no ha de dar tanto cuenta de la forma de un producto sino de la transformación del ser, de poder poner los ojos una y otra vez en la literatura sin que estos se cansen sino a la expectativa de encontrar el tesoro escondido de las páginas, descifrar el código del autor desde los códigos de navegante, desde la demencia del fármaco, desde la esencia personal y permanente con la que vivimos y leemos cada uno, desde el uso de un hacha que libera el alma de un mar de hielo.
Olga Garzón
Yolanda Silva
Claudia Meza
Mayra Rico
Muchas gracias por este espacio y por esa heroica tarea de arrebatar de la sociedad del consumo unos cuantos jovenes para embriagarlos en la literatura.
ResponderEliminarSoy docente de Tecnologia en un colegio distrital y estoy de acuerdo, algunos estudiantes hoy en dia, son mares de hielo, tienen sus almas frias y congeladas y carecen de una cosmovision amplia; un imaginario de mundo extenso.
Para resanar en parte esto se necesitan estrategias que potencien su creatividad y su imaginacion, que les permitan crear un mundo imaginario, lleno de fantasias, de seres sobrenaturales, que realizan grandes proezas, mundos creados por sus mentes donde no existen limites y todo es posible, mundos que a pesar de ser fantasticos, para ellos sean reales.
A treves de la lectura, (pero una lectura libre, sin ataduras al frio curriculo que lo que hace en nuestros estudiantes es darle mas grosor a esa capa de hielo, que cubre las fantasias y sueños de sus almas) es posible potenciar la imaginacion y por ende la creatividad.
En mi campo si un estudiante es creativo podra sin duda afrontar mejor los problemas que se le presentan en la vida, plantear muchas y diversas soluciones originales, inusuales e inesperadas.
De nuevo gracias por este espacio e intentare vincular la lectura a las realizaciones de mis estudiantes, buscando potenciar su creatividad.